Daddy FIN

Fic TOLL de Nathaly Kaulitz

Capítulo 12

Movió sus caderas intentando evitar lo que iba a venir, pero al final, no consiguió nada. Abrió su boca con el fin de dar otro grito desgarrador y lloró como nunca antes por la tortuosa sensación.

Sí, está ya era la quinta vez que ese maldito se corría en él.

— ¡E-esto es fantástico hash!.— Exclamó aquel drogadicto moviendo sus caderas y continuando con los duros movimientos.—¡N-nunca lo habíamos hecho tantas veces…! ¡agh!

El pecho de Bill dolía junto con su parte baja. Intento silenciar sus quejidos que al final no lo conseguía, y así, tembló de miedo.

Bill no podía gritar ya que nadie lo escucharía. En dónde estaban eran las llamadas cabañas la colina. las cuales son las más novedosas y únicas en tener una pequeña casa de madera con un inmenso jardín urbano a su alrededor alejadas de las demás viviendas.

<<¡Mierda!>> gritó en su mente al sentir como esas penetradas volvía a provocar que se corriera en las sábanas negras.

Una mano se aproximó a su miembro y tapó su pequeño agujero provocando otro quejido de dolor.

— Vas a tener que acostumbrarte, amor porque a partir de ahora estarás así siempre. Te voy a drogar todos los días, y voy a satisfacer tu pequeña entrada una y otra vez. Esto es lo que siempre debí de haber hecho Bill ¿no lo crees?._ Dijo dando otra estocada que hizo que las piernas de Bill dejaran de resistirse y sonrió al ver que aquel ya dejaba de moverse asustado. — Oh~ ahora la droga ha hecho por completo efecto.

Sí aquella cosa hizo que el pelinegro inconscientemente empezará a pedir por más, su cuerpo se movía conforme a las embestidas mientras que sus manos se acercaban a su miembro y lo masturbaban.

— Mi pequeña perra en celo ¿quieres más?

La cabeza de Bill gritaba que no, pero, su cuerpo lo pedía a gritos que sí. Dejo que Nick lo girará dejándolo boca abajo mientras volvía a subir de nivel el vaivén. «¿¡Qué carajos estoy haciendo!?>>> dijo en sus pensamientos empezando a masturbar su miembro con las sábanas y luego levanto más su trasero para que quede a merced de aquel chico.

Volvió a derramas aquellas gotas saladas y pidió a gritos en su cabeza que Tom viniera y lo salvará porque ¡no quería estar de esta manera para siempre! ¡claro que no!.

— Ahh… — Jadeó Nick tomándolo por el cabello.— No quiero que me vuelvas a traicionar ¿entendido?

Bill asintió con miedo soltando un gemido y lloró más. Nick soltó los mechones y tiro la cabeza a la cama. Deslizó sus manos en su cabello y saco su pene del cuerpo de Bill. Se levantó de la cama y fue directo donde su móvil que sonaba.

El pelinegro lo observó mientras entrecerró sus ojos cansado ¡pero! no podía dormirse en este momento ¡por supuesto que no!.

— ¿Qué?.— Su voz sonaba agresiva, claro, lo habían interrumpido en un momento tan excitante.

El menor intento moverse, sin embargo, su cuerpo no respondía por el simple hecho que aquel seguía haciendo movimientos involuntarios continuando el placer de su erección.

— ¿¡Qué dices!? ¡no me hagas reír!.— Se burlo Nick con el móvil entre sus manos.

Los oídos de Bill se agudizaron y sus orbes se movieron donde su ex <<¿ahora qué sucede?».

— ¡Maldito viejo!.— El azabache tiro su celular y lo rompió, luego observó a Bill e hizo una mueca.

<<<¡Sí el que había interrumpido era Tom!>> su rostro se alegró ¡El mayor lo iba a recatar!

— ¡Ahhh!.— Soltó un grito desgarrador al sentir como Nick tiraba su cuerpo de la cuerda que poseía en sus brazos, sollozo a ver como ese tipo agarró una jeringa con un líquido verde en su interior.

— Nos vamos a ir de vacaciones.— Comentó ese maniático acercando el objeto puntiagudo al antebrazo de Bill.

— N-no… Nick…. Por…por favor.— Rogó Bill con lágrimas en sus ojos, Pero Nick no hizo caso a las súplicas y continuó con enterrar la fina aguja y comenzar a introducir el líquido.

Poco a poco se fue metiendo esa droga en las venas de Bill haciéndolo gritar pero al final eso no sirvió de nada.

— ¡Bill !.— Escuchó su nombre, y sí, esa voz le pertenecía a Tom.

La puerta de la habitación se abrió y un par de personas uniformadas entraron diciendo «Ian Walter queda detenido».

&

— Ya te han dado de alta, Bill.— Sonrió al ver como el doctor se retiraba y Tom acariciaba su mejilla.

— ¿En serio?.— Dijo Bill aceptando gustoso las caricias de Tom que volvió a decir un «sí» y asintió con felicidad. Bill en cambio se abrazo al estómago de el.

— Él… ¿Cuánto tiempo estará ahí?.— Preguntó el Bill refiriéndose a su ex.

Sí, odio lo que le hizo pero en el fondo sabía que esas drogas lo habían vuelto tan repulsivo y psicópata.

— Al menos diez años, bueno, dependiendo si no encuentran más de sus negocios.— Respondió Tom suspirando

A Bill le alegraba escuchar eso, va a tener bastante tiempo para estar tranquilo sin preocuparse por Nick y que le haga algo más.

— ¿En verdad ya no tengo más de esa cosa en mi cuerpo?.— Volvió a preguntar Bill pareciendo un niño pequeño provocando que Tom lo acariciara de la cabeza.

— Ya no. Es verdad te colocó mucho, pero aún así, todo eso se fue de tu cuerpo. Quédate tranquilo ya todo paso. Lo mejor fue que me hablaste de esas cabañas, porque si no, nunca te hubiera encontrado pequeño.

Bueno, no solo eso ya que las cámaras del departamento y como la policía rastreo el celular, claro que lo hubiera encontrado. Solo dijo eso para escucharse más heroico, pero sin duda Tom hubiera dado toda su fortuna para encontrarlo.

— Gracias…— Agradeció Bill juntando esos hermosos y cálidos labios contra los de Tom

Ahora tenía a alguien que en verdad lo amaba, no a una persona que solo quería poseerlo y utilizarlo como su ex. Desde todo este tiempo, aquel lo acompañó, cuidó y veló todas las noches para ver cómo estaba.

— Por favor no me dejes nunca.— Susurró contra sus labios y se acercó más a su pecho pidiendo más afecto.

— Nunca lo haré cariño. Te lo prometo.— No eran solo palabras. Para Tom era un juramento que cumpliría para toda su vida, al fin había encontrado al amor de su vida que aún que fuera muchos años menor que el lo amaba con todo su corazón.

«Un corazón que creyó muerto por tantos años de soledad»

Aquellos carnosos labios besaron la cabellera de Bill y luego sus manos acariciaron aquel diminuto cuerpo.

— Tengo que admitir… — El mayor lo observó con malicia.— Esta bata es incómoda.

Tom río, bueno si sabía la sensación de estar con esa vestimenta, no era nada lindo.

— Sin embargo.— Bill menor levantó su cabeza sin entender a lo que refería.— Se ve tan sexy en ti, que me provoca hacerte el amor aquí mismo.

— ¡I-idiota pervertido!.— Dijo Bill alegándose sonrojado golpeando el pecho de Tom, pero después de unos segundos, soltó un par de risa y lo miro a los ojos.— Te amo…

— Y yo siempre te amaré, pequeño.

F I N

Esperamos que hayan disfrutado de la historia. Gracias por visitarnos y están invitados a dejar un comentario.

por Nathaly Kaulitz

Escritora del Fandom

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