
Fic TOLL de Nathaly Kaulitz
Capítulo 5
— ¿Tienes hambre?.— Preguntó el mayor.
Bill negó con la cabeza y comenzó a secar su cabello mojado viendo cómo el mayor le daba la espalda y se dirigía a la nevera con el fin de buscar algo que beber.
— » Siempre hace esto con los que le deben dinero».— Se preguntó Bill suspirando.
Si, la única opción de Bill fue aceptar ir a su departamento por el simple hecho de que no tenía para pagarle la enorme cantidad de dinero que debía.
Cuando llegaron, lo primero que le dijo Ton fue que se diera una ducha y se limpiara…. Mentalmente se arrepentía de hacerle caso.
Tom tomó una lata de cerveza y luego se dirigió una vez más al pelinegro.
— E-entonces solo es eso….¿Verdad? Así mi deuda quedará saldada.— Apenas dijo Bill sin poderse creer lo que aria.
— Bueno, a menos que quieras dar más. Para mí sería todo un placer.— Dijo Tom sonriente, para después sentarse en su sillón favorito.
De inmediato el rostro de Bill se sonrojo, el solo se refería a que tenía que excitarlo, solo eso…. Pero al escuchar ese comentario, no pudo evitar ponerse nervioso y parecer por completo un maldito tomate.
Al ver cómo Tom le indicaba que se sentará junto a el, apretó su mandíbula. No podía negar que aquel hombre frente a el con cuerpo fornido era condenadamente guapo, los ojos marrones tan profundos que parecía que lo podían desnudar con solo una mirada, sus labios delgados, la barba que adornaba su rostro que lo hacía ver más varonil y sexy, su cuerpo, sus grandes brazos adornados con pequeños tatuajes que lo volvían loco, los músculos de su pecho, oh….. Bill se golpeó mentalmente por tales pensamientos, ¡Pero que es lo que está pensando! ¡Esto solo será una vez nada más!
— Iré a limpiarme.— Dijo rápidamente Bill intentando encontrar el baño, y cuando por fin lo encontró, se encerró ahí para hacer lo dicho.— ¡Maldición!
Pero bueno, Bill como estaba soltero, sabía perfectamente que esta supuesta aventura no importaría en lo más mínimo ¿Verdad? Obviamente no, si había cientos de personas que hacen ese tipo de cosas con desconocidos que tan solo conocen por una noche…… Pero, pensándolo dos veces, en primera el no era un desconocido ya que lo había conocido ase unos días, segunda y peor…¡El es el padre de su maldita mejor amiga!.
— ¡No tengo todo el tiempo niño!.— Escucho la voz del mayor del otro lado de la puerta, cubrió su rostro avergonzado y enojado para continuar con su trabajo.
— «¡¿Como era que su esposa lo soporto tanto tiempo?! ¡Es totalmente irritante! Creo que lo mejor que le pudo haber sucedido a esa pobre mujer fue morir». — Pensó Bill terminando de bañarse, el pelinegro salió del baño cubierto con una toalla para así ver por unos instantes al mayor. Cerro sus ojos lamentándose de haber llegado a ese punto, y comenzó a acercarse a paso tímido. Con sus delgadas manos comenzó a desabrochar la camisa del mayor.— «Es sumamente vergonzoso».— Pensó Bill dejando el pecho de Tom descubierto, y con un timidez se acercó un poco más a el.
— Mghh.— Bill no pudo evitar gemir al sentir uno de esos fuertes brazos rodear su cintura y obligarlo a sentarse en las piernas del mayor.
El olor que tenía Tom a cerveza si que era fuerte, lo que le provocaba un poco de mareo a Bill.
— Comienza.— Ordenó Tom tomando una posición de espectador y a la vez de alguien que controlaba todo. Digno de una persona autoritaria.
El pelinegro mordió su lengua para evitar soltar algunos insultos ante las palabras del mayor, al final solo optó por mover sus caderas, y también acercó más su parte baja que solo se encontraba cubierta por una toalla, y sin pensar comenzó a frotarse contra el miembro del mayor.
Tom continuo dando pequeños sorbos a su bebida y después de segundo observando el cuarto del pequeño restregarse contra el sonrió al notar como el chico comenzaba a excitarse. Nunca en su vida había hecho tal fechoría, menos con un hombre, bueno…. Si, hace tiempo, pero no de esa forma, y sin contar que era una persona menor a el. Pero…. No podía evitar sentir esa atracción inexplicable hacia el pelinegro, sin contar que solo de ver su esbelto cuerpo lechoso, su pelo largo cayendo sobre sus hombros, y ese hermoso rostro que vio por primera vez al recoger a su hija, con cada detalle que parecía esculpido por los ángeles y las sombras negras en sus ojos que lo hacían tener una mirada seductora. Todo eso le despertó esa parte sexual que hace tiempo había olvidado y reprimido.
Una vez más Bill se quejo al sentir esas manos recorrer su espalda desnuda, aquellos dedos le provocaban cosquillas por toda la columna.
— Ahhh… Mhg.— Bill Gimió más fuerte sin poder evitarlo.
— Pero mira como estás…— Comento Tom introduciendo una mano por debajo de la toalla de Bill.— Por lo que veo, tu lo deseas mucho más que yo.
Con esa misma mano Tom abrió con delicadeza las piernas del peligro y envolvió con la palma la erección del chico que ya se encontraba mojada por el líquido Pre-seminal, el simple tacto del mayor provocó que Bill soltaron otro gemido y contrajera las piernas.
— ¿Así que tenías novio? Me preguntó por qué terminaron, quizás fue por qué tú….— No pudo terminar ya que sus labios fueron sellados por un beso que le dió el joven.
En parte Bill no quería escuchar sobre su antiguo amor, obviamente no en esos momentos, no quería recordar, y también… ¡¿Por qué carajos hace tal comentario en pleno acto sexual?!.
Bill se quejo un poco al sentir la lengua del mayor invadir su cavidad, y sin pensarlo, saco la lengua para dar caricias a la ajena. Si, le era gloriosa esa sensación, vaya que era deleitoso para el, ya que hace meses que no lo hacia y en verdad lo extrañaba.
— Hmmmm..— Los gemidos de Bill empezaron a salir sin control cuando la mano de Tom masajeó la punta de su miembro y con delicadeza lo masturbaba. Otra vez el pelinegro se movió con la finalidad de darle la espalda y sentir la parte despierta del miembro de Tom en sus nalgas.
— Si que eres caliente…..— Dijo el mayor continuando con el movimiento de sus manos.— Y a un así te negabas a aceptar mi propuesta.
Si, no quería aceptar por qué en primer lugar pensó que podría conseguir el dinero, y la verdad fue que no pudo conseguirlo así que no tuvo más remedio que decir que si a su única opción, aun que estuviera tirando su orgullo a la basura.
«¡Menuda mierda!»
Otra vez Bill dejo escapar un gemido al sentir como la tela de la toalla se humedecía y dejaba en evidencia que su miembro se había derramado de su líquido blanco, suspiró y se dejó caer en el pecho de Tom.
Había llegado al orgasmo, algo que lo había dejado exhausto por su poca resistencia. Pero el mayor no quedo contento con eso, si no que …..
— Ahaaah… Hmmm.— El pelinegro jadeo al sentir unas falsas embestidas en su trasero cercas de su pequeña entrada.
Tom no quedaría contento asta correrse dentro de Bill.— ¿P-pero que…?
— Yo aun no e terminado pequeño….— Le susurro Tom al oído mientras volvía a tomar su erección y comenzaba a masturbar nuevamente con el semen del peligro sobre este.
—» Mierda».— Peso el pelinegro ante las palabras del mayor, y si en efecto Tom aun no se venía entonces lo único que le quedaba era esperar. Bill extendió más sus piernas y las abrió por completo para darle mejor exceso al mayor, y solo podía escuchar los sonidos obscenos de su miembro.— «Pero no está mal»— Se removió en el cuerpo del mayor agarrando los brazos del sofá y grito de placer al venirse por segunda vez.
— Párese que te está gustando mucho ¿No?.— Comento el mayor fascinado por cada gemido y movimiento erótico que hacía Bill.
Por su parte del pelinegro, al escuchar ese comentario había arruinado el momento, sin pensarlo dos veces intento levantarse pero los musculosos brazos de Tom se lo impidieron.
En un movimiento rápido el mayor lo despojo completamente de la toalla dejando a Bill por completo al descubierto frente a el, pudo ver cada parte del frágil cuerpo del pelinegro, sus largas y torneadas piernas, su pequeño pero firme trasero, su pequeña cintura y lo rosado de sus pezones, pero… Aun que pudo ver el hermoso cuerpo del chico también se había ganado un semblante enojado de por su parte.
— N-no….. Ahaaah.— Bill quiso negarse pero no concluyó ya que al sentir como una vez más su miembro fue apretado y volvía hacer masturbado con fuerza solo se digno a morder sus labios.
Con agilidad Tom bajo el cierre de su pantalón con la mano que tenía desocupada, y dejo al descubierto su grande y venosa erección, que al igual se encontraba escurriendo, y por otra parte Bill, sintió nuevamente como el pene totalmente al descubierto se frotaba entre sus nalgas y como lentamente se abría paso a su agujero.
— N-no… Esto nada más…N-nada más esto…— Quiso protestar Bill aun que su cuerpo fuera cayendo cada vez más en la tensión.
— ¿Enserio pequeño? Pero si se nota que mueres por más….— Dijo Tom, mientras lentamente iba metiendo la cabeza de su miembro en la estrechez del pelinegro.
— ¡Ahaaah¡.— De inmediato Bill grito al sentir el calor que poseía el pene del mayor. Intento resistirse, pero….. Su cuerpo se rehusaba a responder.
Si, Bill se encontraba enojado por el actuar ajeno de su cuerpo, pero… Eso no se notaba ya que su lascivo cuerpo se encontraba fascinado por las caricias del mayor.
— Mira nada más, me dejas entrar sin dificultad alguna.
El pelinegro ya no podía protestar, solo abrió su boca al sentir una potente embestida y de inmediato su cuerpo aspecto la parte carnosa de Tom.
— Mmm.— Gruño Tom y comenzó a moverse con más velocidad abrazando el estómago del pelinegro.
Por su parte Bill se encontraba en trance por el placer que sentía, movía sus caderas al ritmo de cada penetración para ayudar a Tom y que entrara a más profundidad en su interior.
— «¡¿Por qué estoy asiendo esto?! ¡¿Adónde a quedado mi dignidad y orgullo?!.— Se reprochó el pelinegro entre sus pensamientos.
El miembro del mayor una y otra vez entraba y salía, y las paredes del joven apretaban su extensión dándole dificultad para moverse.
— ¡Mgh!.— Se escapo de sus labios ya que Tom le había pellizcado sus pezones y también lo había silenciado con otro beso.
Bill sintió como su miembro era agarrado por la palma del mayor y comenzaba hacer masturbado nuevamente.
— Ahaaah… N-no si-sigas…. Voy aa…. HaAhmg….— No pudo completar la palabra ya que otra vez se había corrido en la mano de Tom, eso sí que era nuevo para Bill.
Arqueo su espalda al sentir cada vez más el pene del mayor penetrar más profundo en su interior, y cuando iba a mover sus caderas con la finalidad de ayudarle, sintió ese abundante semen que comenzaba a llenarlo por dentro.
— Hanghh…— Tom continuo moviéndose mientras acariciaba el miembro del menor.
Bill podía admitir que esto se sentía mil veces mejor que cuando lo hacia con Nick, ya que con el llegaba de inmediato al organismo quedando completamente agotados provocando que no siguieran con una segunda ronda, pero este hombre que le poseía sin pudor alguno, lo hizo llegar de otra forma y además lo hizo correrse más de una vez.
— Charlotte me……— Cuando Tom comenzó a decir eso, Bill no logro escuchar esas palabras por el hecho de que sus oídos se taparon y solo escuchaba un pitido. Se recostó sobre el mayor nuevamente y movió su cuerpo ayudando a qué está siguiera brindándole placer.
— P-por favor… No pares….— Pidió Bill entre jadeos.
Tom dejo de hablar, curvo sus labios con malicia y comenzó con otro vaivén.
Continúa…
Gracias por la visita. Si te ha gustado, te invitamos a comentar.