Fic TWC de Nathaly Kaulitz
Capítulo 16
Cerca del departamento de Georg había un restaurante bastante famoso. Se decía que por las mañanas se llenaba de personas de todo el país que habían oído hablar de su popularidad, pero a las 2 de la tarde, después de la hora del almuerzo, el lugar se encontraba bastante tranquilo. Cuando Bill y Tom entraron al sitio, las miradas de las personas presentes ahí se posaron inmediatamente en ellos, pero fue por un breve momento. Tratando de pasar por alto la incomodidad que existía entre ambos, Tom y Bill se sentaron en una mesa vacía y ordenaron su comida.
Luego de pedir unas tostadas recomendadas por el mesero acompañadas de unos cafés, los dos permanecieron en silencio.
Bill intencionalmente estaba evitando hacer contacto visual, mirando la pantalla de su teléfono o girando la cabeza de vez en cuando. Como si hasta cierto punto hubiera esperado la reacción de Tom que se mantuvo calmado y callado en su asiento, en lugar de mostrar una apariencia impaciente o de tristeza típica de un niño. Cada vez que miraba a Tom, Bill intentaba tratar de adivinar en qué medida había recuperado la memoria, fallando en cada intento.
Lucía como un hombre bien educado de unos veinte años cuando estaba frente a otras personas, pero si lo pensaba bien, Tom también mostraba está implacable apariencia cuando era un niño, lo que hacía que sus padres se sintieran orgullosos de él. Cuando nadie les estaba prestando atención, Tom sostuvo la mano de Bill con fuerza por debajo de la mesa. Era imposible adivinar el estado mental de Tom por la diferencia de comportamiento entre cuando estaban solos y cuando salían.
— Aquí tienen la comida y las bebidas que ordenaron.— Informo el mesero.
Al ver la comida lista, Tom naturalmente colocó correctamente su tenedor y su cuchillo a un lado del platillo. Mientras bebía de uno de los americanos que habían ordenado, Bill miró a su hermano, quien estaba demostrando tener buenos modales. Después de un silencio incómodo, con un tenedor sujetando la tostada a la vez que la cortaba con el cuchillo.
— ¿Recuerdas que en septiembre irías a realizar un posgrado en los Estados Unidos?.— Fue la primera pregunta que hizo Bill mientras cortaba la tostada por la mitad y vertió miel sobre ella. Cuando recogió con su tenedor el pedazo dulcemente húmedo.
— Sí..— Respondió Tom levantando su propia tortilla con una cuchara.
— ¿Y que estaba ocupado buscando dónde vivir porque pensaba que no podría usar el dormitorio de la escuela por separado?.
— También recuerdo eso.
— Dijiste que planeabas adquirir un departamento o una casa. Había mucho papeleo que hacer, así que llamar a un agente te pareció la mejor idea.
— De hecho, llamé a mi agente ayer por eso. No creo que cueste mucho. Puedo manejarlo por mi cuenta sin pedirle ayuda a nuestros padres.
— ¿Cuándo vas a ver lo de los bienes raíces?.
— La próxima semana.
— ¿Te acuerdas de lo que aprendiste estudiando?.
— Puedo hacerlo si reviso mis libros. Recuerdo casi todo ahora.
— Entonces, ¿qué es lo que no puedes recordar? Por lo visto ya casi tienes toda tu memoria de vuelta.— Bill fingió ser indiferente cuando realizó la pregunta más importante.— Si ya tienes de vuelta todos tus recuerdos, ¿podemos volver al pasado y tratarnos como antes?.
La cuchara dejada por Tom sobre el plato de vidrio sonó fuertemente. Los hábitos alimenticios de el eran similares a los de Bill. Solo bebía Americano y le gustaba la comida picante, salada y dulce. Los hermanos usualmente no tenían hábitos alimenticios similares, pero ellos dos tenían más similitudes de las necesarias. Tom había copiado intencionalmente el gusto de Bill, pero no fue suficiente para que Bill se interesa en él. Incluso con tanto en común, su hermano mayor pareció no ser consciente de ello y terminó por distanciarse de su hermano menor.
Tom, que estaba mirando a su hermano actuar nerviosamente, sonrió brillantemente. Bill se estremeció ante la sonrisa inesperada, la cuál era sorprendentemente clara.
— ¿Cómo éramos antes Bill? Supongo que teníamos una buena relación.
Mmm. Ha recuperado los recuerdos de sus estudios, pero no puede recordar su relación con su hermano mayor. ¿Qué significa eso?
— ¿Realmente no puedes recordar nada?.
— Bueno, creo que éramos muy cercanos.
— Cuando asistía a la escuela secundaria y luego a la preparatoria, durante ese tiempo, ¿Cómo nos llevamos durante casi diez años, incluso hasta que entraste a la universidad?
— No lo sé. Yo estaba en un internado en ese momento. Tu ibas a la escuela. No nos veíamos muy a menudo.
— Pero recuerdo que éramos muy unidos hasta la escuela primaria, así que eso no debió cambiar mucho al crecer, seguro seguíamos siendo muy cariñosos. ¿Tengo razón?»
No, te equivocas. Mi relación contigo era demasiado mala. Te evité hasta la muerte.— Pensaba internamente Bill.
No podía decidir si esto era algo bueno o algo malo. En primera, se sintió como un alivio que Tom no recordara lo solo que había estado en la escuela, pero en segunda, para Bill era difícil de aceptar que para su hermano, la fría relación que habían mantenido durante mucho tiempo haya desaparecido de la nada. Bill miraba a Tom con un sentimiento complicado. Mientras masticaba la tostada, habló con la menor emoción posible.
— No me llevaba tan bien contigo. Entonces, ahora que lo sabes, no repitamos lo que hicimos en el departamento de Georg.
— ¿Por qué nuestra relación se volvió tan mala Bill?.
— Es simple. La forma en la que vivimos es muy diferente.
— La forma en la que tú vives es la diferente a la mía.
— No es así. Mamá estaba tan preocupada de que pudiera ser una mala influencia para ti.
— ¿Mala influencia? Ummm, ¿Cómo enseñarme lo que hicimos en el departamento de tu amigo?
Tos.
Bill casi se ahoga. Miró a su alrededor con los ojos temblorosos. Afortunadamente, los clientes que ocupaban los asientos en el café eran parejas que se mantenían embelesados el uno con el otro, no prestando mucha atención a ellos.
— ¿Estás loco? ¿Por qué dices eso aquí?.
A diferencia de Bill, que hablaba en serio, Tom seguía siendo sarcástico.
— No tenía idea de que fuera malo. Algo que solo puedo hacer con mi amado Billy..
Bill, cubriéndose la boca con las manos, lo miró.
— Dime si estás tratando de joderme. No te creas tan astuto.
Era increíble. Bill se equivocó al juzgar la apariencia de Tom con el espíritu de un niño.
— ¿Qué quieres decir con que estoy tratando de joderte?.— La tristeza revoloteó sobre los ojos sonrientes de Tom, como una serpiente con una lengua torcida._ Estoy tan feliz de haber podido mejorar mi relación con mi hermano mayor en esta oportunidad.
¿Podría el gran problema de perder la memoria llamarse «esta oportunidad»? ¿Realmente perdió sus recuerdos? Era poco probable que las personas que hacían cosas extrañas al no estar mentalmente saludables, las sigan repitiendo cuando ya tenían sentido común. Si Tom había estado engañando a todos, ¿qué debería de hacer?
— Pagaré la cuenta.— Dijo Bill levantándose de un salto de su asiento.
Tomó rápidamente el recibo y se dirigió al mostrador para pagar con la tarjeta, luego agarró a Tom del brazo y lo arrastró hacia afuera.
Aunque Tom miró con tristeza la comida por no haber tocado casi nada de lo ordenado, Bill lo llevó rápidamente al estacionamiento detrás del restaurante.
— Tom, escúchame atentamente.— Después de confirmar que no había nadie alrededor, Bill dijo con firmeza.— Tú y yo… No sigamos con esto. Puedes echarme la culpa de todo a mí, así que por favor, finjamos que nada sucedió.
— ¿Por qué?.
— ¿A qué te refieres con «por qué»? Si tienes aunque sea un poco del conocimiento adecuado sobre sexo en tu cabeza, debes saber que no es algo que pueda ocurrir entre hermanos.
— Vaya, entones, ¿Por qué me hiciste hacerlo cuando tú lo sabías? Dices que tampoco eras cercano a mí, así que cuando te pedí ayuda debiste echarme por ser tan repugnante. Pero, ¿Por qué fuiste el primero en ofrecerme su ayuda?.
— ¡ugh, Tom, detente!.
—Es extraño. Bill, admite que tienes miedo porque te gusta cuando te la meto ¿O vas a seguir mintiendo?.
—¡No, eso no es…!.
— Siento que voy a morir solo porque eres tan guapo Bill, me vas a terminar matando.— Tom se acercó y Bill vaciló bajo la presión. Sintió provenir una energía desconocida de su hermano menor, a quien siempre había considerado ingenuo. Tal vez fue porque él estaba debajo cuando tenían sexo que su cuerpo parecía reconocer instintivamente a Tom como un ser superior.— Quiero seguir follando contigo Billy. Estoy tan enojado con esta mierda, cada vez que te miro, siento que me vuelvo loco, eres tan lindo cuando te preocupas demasiado por estar jugando con fuego. Me pregunto si me convertiré en un completo demente. ¿Entiendes por qué estoy molesto? Bill, sabes tan delicioso, me temo que nunca podré dejar de codiciarte.— Tom agarró el trasero de Bill y lo atrajo hacia él. Con sus cuerpos pegados, susurró.— Bill, incluso tú que tienes un gusto quisquilloso, admitiste que mi polla es deliciosa.
— Este bastardo estuvo haciendo esto totalmente de manera intencional. ¿Es correcto seguir teniendo sexo sin importar si somos hermanos o no? Tal comportamiento imprudente es mi especialidad, pero Tom siempre fue una persona con suficiente sentido común.— Ante la provocación de Tom, Bill solo frunció el ceño.
— Bill, no sé cuál es el problema. Si lo piensas, nuestra relación se vuelve más segura porque somos hermanos. Creo que estar contigo es una situación mucho más segura que el seguir actuando infantilmente mientras me acuesto con cualquier mujer sin cuidarme. Si me comporto de esa manera, tú igual estarás en problemas.— Se sintió como una amenaza. Sabía que nunca debió desahogar su deseo sexual con Tom y era plenamente consciente de que pudo haber causado situaciones difíciles tanto para él como para su familia. Amenazarlo con pleno conocimiento de la situación en la que se encontraban fue un acto irracional de parte de Tom. Bill quedó atónito ante la persuasión amenazante de que sería bueno que los hermanos follaran entre sí.— Me gusta tu cuerpo y a ti también te gusta el mío. Cuando aliviamos la lujuria del otro, es un secreto. También es bastante seguro. Es bueno para ti si pasamos mucho tiempo juntos, ya que estarías actuando como un buen hermano frente a nuestros padres. ¿No lo crees?.
— Joder, eres un verdadero loco.— Tom le tendió la mano. Bill dejó salir sin filtros las palabras profanas de las que previamente se había abstenido.— ¿Cómo pudiste estar viviendo una vida aparentemente perfecta hasta ahora, siendo que en realidad estás bastante loco? Se me pone la piel de gallina.
Bill sacó un cigarrillo de su bolsillo y se lo metió en la boca. Encendió el fuego y entrecerró los ojos mientras inhalaba. Nunca había sido bueno poniendo límites. Era del tipo que simplemente actuaba como quería en lugar de pensar en las consecuencias de esto y aquello, evitando dolores de cabeza. Nunca hubo tal cosa como un ‘accidente irreparable’ en su vida. Mientras no matara a nadie, siempre pudo hacer cualquier cosa con el dinero de su familia. Y, a pesar de su personalidad despreocupada, jamás tuvo una razón para llamar a un abogado por cometer delitos socialmente inaceptables, pues siempre prefería desahogarse teniendo sexo libremente en lugar de golpear o acosar a otros.
Era solo un poco promiscuo. Aunque existía una diferencia en la percepción de lo que significaba «un poco» para Bill y en lo que significaba para Georg, que lo había llamado «mierda de perro».
— Wow.
Bill negó con la cabeza ligeramente, dejando salir el humo del cigarrillo que había sido absorbido tan profundamente hasta hundir sus mejillas.
— Sentía que estaba en problemas por tu culpa, pero está bien.— Era difícil vivir con un cuerpo que se excitaba con el sonido de verter leche, así que decidió encontrar una solución a través de la persona culpable de esa reacción.—Arreglemos esto antes de que te vayas a Estados Unidos.— Tom estaba mostrando su verdadera locura. ¿Hay algo que pueda salvarse de aquí?— Tú, da un paso atrás. Mi cuerpo empezó a actuar un poco extraño porque hice con él algo que nunca había probado, así que te pido que tomes la responsabilidad y lo arregles, después puedes irte. Pero está vez, quiero intercambiar nuestras posiciones.
Tom sonrió levemente ante las palabras de Bill.
— Es decir, quieres metérmelo.
— ¿Por qué no?.
— Porque parece que a ti, te gusta recibir.
— Tal vez a ti también te guste. No lo has probado. Te haré cambiar de opinión.— Dijo Bill mientras caminaba una vez más hacia el departamento de Georg, se sacudió las cenizas del cigarrillo que tenía en la mano. —Compra un condón y sígueme.
Mirando la espalda de Bill, quien se estaba adelantado, Tom murmuró.— No va a salir como tú quieres Bill.— Los pasos que seguían a Bill eran pausados, y la mirada del rastudo se hizo fría y maniaca.— Porque voy a hacer que te aferres a mí llorando y rogándome que te folle.— Sonrió de solo imaginarlo.
Continúa…
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