Fic TOLL de JasonPeace
Capítulo 9
—¡Odio mi vida!— Tom lloriqueó patéticamente a Georg que estaba de pie junto a la mesa, palmeando su espalda. Tom apoyó la cabeza sobre la mesa, con la cara enterrada en todos los papeles, quejándose de lo mucho que odiaba a su marido.
—Estoy seguro de que va a estar bien, mi rey. Avanzó mucho ya – Ordeñar una cabra es un gran paso para él – tenemos que darle un poco de crédito por eso.— Dijo Geo con simpatía.
Tom dio un gemido triste. —Esta fue la peor idea que he tenido en mi vida. Es tan malo conmigo.
—Estoy seguro de que sólo necesita un poco más de tiempo, su majestad— Gustav dijo desde su lugar en la silla frente al escritorio de Tom.
Tom simplemente gruñó en respuesta.
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Una vez que Bill terminó de lavar, colgó la ropa en la cerca, sintiéndose muy realizado. Se veían limpias y olían a jabón barato. Satisfecho, asintió a la ropa y luego volvió a entrar en busca de la receta; haber tenido éxito en el lavado le hizo sentir optimista, y estaba decidido a resolver el asunto de la comida también.
Había varias recetas diferentes – la mayoría sobre guisos y sopas de verduras y otras cosas asquerosas, pero era mejor que comer patatas cocidas todos los días, por lo que Bill decidió ir con la más corta. Era para una simple sopa de verduras. Empezaría con eso.
Determinado, marchó afuera al jardín con la receta y una pequeña cesta, en busca de las cosas que necesitaría. La primera cosa en su lista eran patatas. Bueno, ya sabía qué planta era así que ágilmente encontró el vegetal distinguible entre toda la materia verde.
La planta desprendía 8 papas; 5 pequeñas y 3 más grandes. Eso tendría que bastar porque la receta decía ‘1 libra’ y Bill no tenía idea cuánto era una libra de papas.
Lo siguiente en su lista eran cebollas.
—Que asco …— Bill murmuró oscuramente; en realidad no le gustaban las cebollas. Tal vez no debía agregarlas… Bien bien, las añadiría. Tal vez en una sopa no sabían tan mal.
Pero, ¿cuáles eran las cebollas …? No podía ver ninguna. Tal vez no había ninguna …? Porque en serio, ¿quién plantaría cebollas de todos modos?
Poco a poco, Bill se movió a través de las filas de vegetales , inspeccionando cada planta pero no vio nada. ¡¿Qué aspecto tendría una cebolla desnuda?!
Después de haber buscado a través de todo el jardín sin éxito, Bill se le ocurrió una idea muy inteligente: iba a oler por ello. Las cebollas tenían un olor muy distinguible que a él realmente no le gustaba, por lo que sólo tenía que oler cada planta hasta encontrar la correcta.
Sintiéndose muy inteligente, Bill arrancó un pedazo de hoja de la primera planta, aplastandolo entre sus dedos y oliendolo. Sin duda no era cebolla, o cualquier otra cosa que conociera.
Con un movimiento de cabeza, se trasladó a la siguiente. Olía familiar, pero no como la cebolla; ¿que era ese olor …? Lo conocía de alguna parte … olía a sopa. Era una planta delgada, algo grande, con tallos rectos y rizos verdes en la parte superior.
Críticamente, Bill inspeccionó la lista: 1 libra de papas. 3 cebollas. 1/2 repollo. 4 zanahorias … Aquellos eran los largos palos naranja, ¿verdad? Bill sabía de ellos.
1 nabo … ¿Qué demonios era eso? Nunca había oído hablar de algo así. El último en la lista fue el apio. 2 tallos, incluyendo las hojas. Eso es a lo que olía la planta , olía a sopa. Bill lo conocía – su madre siempre le quería hacer comer apio y zanahoria cuando pensaba que estaba siendo muy poco saludable, pero por lo general se negaba.
Triunfalmente, Bill arrancó toda la planta de apio de la tierra y la metió en su cesta, raíces fangosas y todo, y luego procedió en su búsqueda de cebollas.
La siguiente planta en el jardín era un repollo; Bill lo reconoció porque parecía muy distinguible, siendo verde y redondo y todo eso.
Después de agregar el repollo a su cesta, que comenzaba a pesar un poco, continuó con su búsqueda de cebollas, que también encontró muy pronto; eso de oler realmente había funcionado. Bill nunca se había sentido tan inteligente e increíble en toda su vida.
Con entusiasmo, sacó 3 cebollas de la tierra y las puso en la cesta junto con sus otros ingredientes. Ahora todo lo que faltaba eran las zanahorias y … Bill tuvo que mirar la lista para ver lo último que necesitaba: nabo. Sí, probablemente tendría que dejarlo, porque incluso si lo veía, seguramente no lo reconocería.
¿Cómo iba a reconocer una zanahoria? No había nada naranja en el jardín … Probablemente era otro de esos molestosos vegetales que crecían bajo tierra para que no se supiera lo que era hasta sacarlo.
Con palabras entre dientes dirigidas hacia las zanahorias, Bill continuó su búsqueda olfativa; tal vez las zanahorias también olían como zanahorias … Bill conocía el olor de las zanahorias. O al menos creía que lo iba a reconocer si lo olía … Con suerte.
Y, en efecto, después de sólo dos hileras más de plantas, olió una hoja aplastada que tenía aroma a zanahoria. No queriendo arrancar la planta equivocada, Bill la inspeccionó de cerca, y pronto descubrió una pequeña raíz anaranjada que apenas sobresalía del suelo.
—¡Aha!— Dijo triunfante, arrancando salvajemente la zanahoria de la tierra. El jardín tenía incrustado muchas zanahorias, por lo que Bill decidió recoger 5 en lugar de las 4 que necesitaba para su sopa; tenía un poco de hambre y, a pesar de que nunca le habían gustado antes porque siempre tenía mejores cosas para comer, en este momento una zanahoria sonaba bastante agradable. No había tenido ningún desayuno aparte de la leche de cabra, después de todo.
Sólo para asegurarse , leyó su lista de ingredientes de nuevo; lo único que faltaba era el nabo, pero eso tendría que esperar.
—¡Tengo todo, Cabra!— Bill dijo con entusiasmo mientras cerraba la pequeña puerta del huerto. —A excepción de un nabo. ¿Tienes alguna idea de que es eso?— preguntó con escepticismo, pero, obviamente la cabra no tenía idea porque le quedó mirando con su espeluznante manera de siempre.
—No lo pensé.— Bill asintió, dejando la cesta en el suelo al lado del pozo y subiendo unos cuantos baldes de agua los cuales virtió en la vasija de piedra para lavar la suciedad de las verduras antes de regresar dentro de la casa para continuar con la receta. Dejó la zanahoria a secar un poco al sol para poder comerla más tarde.
‘Pelar y cortar en dados las patatas’ fue la primera línea de la preparación. ¿Qué diablos quería decir eso?
Bill se quedó mirando la receta. Había entendido eso de pelar, ¿pero qué era eso de los dados?
Molesto, Bill comenzó a pelar las patatas. Una vez que había terminado, la mitad de la papa se había desprendido con la piel – probablemente no era más de una libra, ¿verdad?
Bueno, como fuera; se encogió de hombros y se puso a cortar las papas en pequeños cubos porque lo de ‘cortar en dados’ no tenía sentido para él. A quién le importaba de todos modos, ¿verdad?
Cortar verduras en realidad no era tan fácil como había pensado, y todos sus cubos eran de diferentes tamaños y se veía muy asimétricos – no del todo como los cubos de patatas que Bill estaba acostumbrado de los platos en el palacio… ¿Quién era el genio en la cocina real que lograba hacerlos todos del mismo tamaño?
‘Pelar y cortar las cebollas’. ¿Eso era todo? ¿Pero cortarlas cómo? ¿En cuántos pedazos? ¡¿Por qué no simplemente decía lo que tenía que hacer?! Bill maldijo a la persona que había escrito esta receta
¿Y exactamente cómo se pelaba una cebolla…? Tenían capas… ¡¿Cuántas capas eran cáscara y cuántas eran cebolla…?!
Con un gruñido oscuro, Bill comenzó a pelar las capas de cebolla; en realidad era muy fácil darse cuenta porque la cáscara era delgada y dura, y el interior estaba todo jugoso.
Sin embargo, poco después de comenzar a pelar, sus ojos de repente empezaron a arder; ¿qué diablos estaba pasando aquí? ¡¿Se estaba poniendo ciego de repente?!
— ¡AH!— Bill gritó horrorizado, limpiándose los ojos irritados; ¡¿qué le estaba pasando?!
Por desgracia eso sólo lo hizo peor, y salió corriendo al pozo para lavarse las manos; parecía que era la cebolla.
— ¡Cabra!— Bill gritó con desesperación, aunque ahora que estaba fuera, el escozor aminoró un poco. — ¡¿Qué está mal con estas cebollas demoníacas?!— Le preguntó a la cabra, pero obviamente ella tampoco lo sabía porque solo lo miró en silencio. — ¡Están tratando de matarme!
Tardó varios minutos de vagar sin rumbo por el jardín antes de que sus ojos se sintieran semi-normal de nuevo, y regresó a la casa, mirando con recelo a las cebollas. Jamás las dejaría ganar. Las pelaría y les mostraría que no estaba impresionado por su veneno.
Decidido, Bill rápidamente peló y cortó las cebollas en cuartos antes de arrojarlas en la olla con agua, inmediatamente deshaciéndose de la cáscara en el compost detrás de la cabaña.
Una vez que finalmente terminó con las cebollas, le dio otro vistazo a la receta.
‘Cortar el repollo’ Otra vez eso. Bill decidió cortarlas en tiras finas, y luego las arrojó en la olla junto con las patatas y las cebollas.
‘TAJEAR?! Zanahorias’ Eso significaba cortar en rodajas, ¿verdad? Bill se encogió de hombros, cortando las zanahorias torpemente. De manera similar a las patatas, todos los cortes eran de diferente tamaño, y de nuevo Bill admiraba al cortador de verduras del palacio que lograba hacerlos todos iguales.
No había ninguna indicación para el apio por lo que sólo agregó dos vástagos a la olla. El nabo que se suponía iba a ser cortado en dados, se quedó fuera, así que Bill ahora estaba listo con la preparación de verduras y podría añadir el resto del agua. Ahora venía la parte complicada: ‘condimento‘. ¿Qué significaba eso?
Bill se quedó mirando los extraños nombres en la receta: ’10 bayas de enebro secas’ nunca había oído hablar de esa tal baya, pero bayas realmente no podían ir bien en una sopa, por lo que decidió no añadir eso.
‘Una cucharada de comino molido‘ de nuevo algo del cual nunca había oído, así que se saltó también.
‘5 hojas secas de laurel’ — ¡¿Qué?!— Bill gimió miserablemente. Lo que sea, él también saltaría este.
‘Una pizca de nuez moscada’. ¡¿Qué era la nuez moscada y cuanto, por el amor de dios, era una pizca?! Bill sacudió la cabeza, evitando esto también.
Oh, ¡había uno que sabía! ‘Una cucharada de sal’
Bill decidió ir con eso. Sal sería suficiente condimento. ¿Al menos tenían suficiente sal para esto? Sólo sabía del pequeño frasco sobre la mesa…
Después de buscar por media casa, Bill finalmente encontró una pequeña bolsa de sal dentro de un armario, y añadió una cucharada a la sopa que estaba empezando a hervir a fuego lento. Con la cuchara grande de madera que colgaba junto a la chimenea mezclo todo un poco antes de probarla. Sabía terrible. Como agua azucarada de cebolla…
Bill le dio una mirada sospechosa a la bolsa de sal antes de probar unos pocos granos. —Oh…— murmuró débilmente y retorno la bolsa de azúcar al armario que también contenía algunas otras bolsas de cosas. Después de inspeccionar unas que contenían hojas extrañas y otras cosas raras sin nombre, finalmente encontró otra con pequeños granos blancos.
Escéptico, probó algunos granos sólo para asegurarse de que era la sal esta vez, y después agregó una cucharada a la sopa. ¿Debería agregar otra para equilibrar el azúcar?
Con un encogimiento de hombros, Bill añadió otra cucharada.
Después de haber hecho todo lo que instruyó la receta, puso la tapa en la olla para que hirviera durante 45 minutos al igual que la receta decía, y luego de nuevo se dirigió afuera para buscar la zanahoria que había dejado junto al pozo; estaba agotado de todo el trabajo duro que ya había hecho, y realmente se merecía una zanahoria.
Sin embargo, cuando llegó allí, la zanahoria se había ido, y la cabra estaba sospechosamente cerca del pozo.
— ¡Cabra!— Bill acusó, apuntando su dedo a ella. — ¿Te comiste mi zanahoria?
Cabra le dio una mirada inocente, pero Bill no se dejó engañar. — ¡Sé que te comiste mi zanahoria! ¡Sé un hombre y admítelo!— Reprendió a la cabra que obviamente era bastante dura porque permaneció silenciosa como una tumba.
—Como sea. Puedo conseguir otra cuando sea que quiera. — Bill dijo significativamente, y fue a buscarse otra zanahoria del jardín, mientras que la cabra le observó con una mirada expectante.
— ¡Aha! ¡Tengo una zanahoria y tú no!— Bill agitó la zanahoria delante de la cara de Cabra, que hizo un intento de agarrarla, pero Bill triunfalmente la sacó de su alcance.
Cabra se quejó en voz alta y siguió a Bill hasta el pozo donde lavó la zanahoria antes de masticarla ruidosamente. —Hmmm. ¡Está delicioso!— Le sonrió a la cabra que baló en voz alta.
— ¡Olvídalo!— Dijo desagradablemente, dándole la espalda a la cabra. Obviamente Cabra no se daba por vencida tan fácilmente, porque unos segundos después de nuevo estaba delante de él, mirándolo fijamente con sus grandes ojos de botón.
—Ay— Bill gruñó, sintiéndose un poco mal. Tal vez debería darle un poco… tal vez sólo las hojas.
—Bien— finalmente murmuró, rompiendo la parte superior de la zanahoria para darle a la cabra que felizmente comía durante unos segundos antes de que toda la parte superior hubiese desaparecido.
Bill sólo se había comido un bocado durante este tiempo. — ¡Olvídalo! ¡Ya tuviste la parte de arriba!— Él frunció el ceño hacia la cabra que baló con fuerza, dándole una mirada de perrito.
— ¡Ah, bueno!— Bill se quejó después de unos momentos, rompiendo su zanahoria por la mitad y entregando la mitad más pequeña a la cabra. — ¡Pero eso es todo!— Él chasqueó.
Pero, por supuesto, la cabra terminó mucho antes de él, y así terminó dándole el último pedazo también. Cabra tenía argumentos muy convincentes.
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Tom suspiró pesadamente cuando el claro de la casa aparecía a su vista. ‘Bienvenido al infierno,’ pensó oscuramente mientras se acercaba.
Al entrar en el patio, vio la ropa del príncipe colgada encima de la valla. Al parecer, Bill había cambiado de ropa y hasta lavado – lo cual era genial porque el príncipe había empezado a oler raro – y también había ordeñado la cabra. ¿Quedaba un poco de leche para Tom hoy…? Probablemente no… Pero al menos había llevado a cabo con el ordeño e incluso lavado la ropa – eso era progreso, ¿verdad?
Con otro suspiro, Tom entró a la casa que olía a… ¿a comida?
Continúa…
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