En el ring 10

Fic TOLL de Nathaly Kaulitz

Capítulo 10

By: Bill

Mi cuerpo pide un respiro, hay calambres en todo mi ser y no soy capaz de mantenerme en pie hasta que Alex llega a mi. Su traje del hechicero le ha quedado espectacular, pero la máscara en sus ojos hacen que sea difícil distinguirlo entre los cisnes negros.

— ¿Estas bien?.— Pregunta preocupado.

— Estoy…

— ¿Bill Trumper?. —Mi cuerpo tiembla. Es el mismo sujeto que hemos visto hace unas semanas con Alex, su amor platónico. Ese dichoso entrenador.

Alex tiembla y yo no soy capaz de reaccionar ante ese enorme ramo de girasoles.

— Son para tí.

— ¿Pa… para mi?

Alex se quita la máscara de los ojos para verlo con más atención. Parece decepcionado.

— Felicidades, fue espectacular.

No puedo responder, así que solo asiento con mi cabeza aceptando el ramo de flores en el momento exacto en que él se despide y se aleja de nosotros sin mirar atrás.

— Te dije que te estaba viendo a ti.

— Dios Alex, eso es…

— ¿Quién envió las flores?.— Adrik aparece de la nada misma, con el traje de príncipe y su rostro sudado.— ¿Es tu nueva conquista?.

— Eso no es de tu incumbencia, Adrik. — Alex me abraza por los hombros.— Deja de molestar a Bill o yo mismo…

He dejado de oír, no puedo escuchar ninguna voz, ni siquiera un ruido a mi alrededor. Todo parece nublarse y temblar.

¿Qué ocurre? ¿Qué pasa…?

— ¡Bill!. — Alex hace mucho esfuerzo para mantenerme de pie pero mi cuerpo se debilita y pide a gritos descansar. Adrik también se aproxima a ayudarlo pero ya no soy consciente de lo que ocurre.

Me limito a cerrar mis ojos, tomando con fuerza el ramo de girasoles mientras siento el frío piso encontrarse conmigo.

¿Moriré?

¿Es por qué me esforcé demasiado?

&

La habitación permanece en un ruidoso silencio, apenas he despertado y ya me encuentro con la asesina mirada de Adrik y los ojos llorosos de Alex

—¿Por qué no lo dijiste?.— Alex parece enojado, parece tan decepcionado de mi.

Él está molesto conmigo.

— Tú… — Su voz se rompe.— ¡¿Por qué no lo dijiste?!, Estuviste días ensayando y… y… ¡Mierda Bill!, ¡¿en qué demonios pensabas?!.

No sé.

¿En qué estaba pensando?

— Y-yo…

— Creo que debemos calmarnos. — Adrik se cruza de brazos. — Bill está en una situación delicada en estos momentos, no debemos meterle esta presión.

Alex finalmente suelta un suspiro. Yo, por otro lado, llevo las manos a la parte baja de mi pecho, intento que la voz salga de mi boca pero no soy capaz de hablar.

— ¿E-él…?

— Si Bill. — Alex asiente con su cabeza. —Tú bebé está bien.

Gracias a Dios…

Un suspiro relajado sale de mis labios, como si todo el peso de mi cuerpo al fin desapareciera. Ahora solo debo enfrentar la situación, probablemente tendré una fuerte discusión con ambos y aún debo hablar con mis padres, yo…

Los bellos girasoles se encuentran a un lado de la ventana, están puestos en un bonito jarrón de vidrio. Estoy seguro de que Alex las ha puesto ahí.

— Dejemos que Bill descanse.— Adrik le da una leve señal a Alex y este sale de la habitación sin decir nada. Por otro lado, Adrik se limita a acercarse, dejar un beso en mi frente para irse sin más.

Qué…

¿Qué fue esa mierda?

Los síntomas habían comenzado un mes después de la maldita fiesta a la que Alex me había llevado. Creí que era parte de mi imaginación, debí suponer que estas cosas podían pasar.

Me sentí mareado cuando el test de embarazo mostró las dos líneas rosadas.

Sentí mi mundo colapsar en ese mismo instante y no supe que hacer. Fingí que nada había pasado, quise pensar que si fingía que ese embarazo no existía entonces las cosas se volverían más fáciles. Podía entrenar sin problema, podía ver los ojos de las personas sin ningún tipo de culpa у…. Y podía dejar de pensar en ese desconocido.

Pero se complicó, todo pareció desvanecerse frente a mis ojos porque ese bebé era un karma para mí, para mí consciencia. Luego de todos los ensayos las náuseas me invadían y luego los antojos inesperados en mitad de la noche. También parecía rechazar las caricias de Adrik y de cierto modo coincidimos en eso.

Busqué a Tom por todas partes, fui a esa ciudad lejana y lo busqué por mi propia cuenta.

Quién diría que me tomarían de loco por preguntar por él tan abiertamente. Lo cierto es que Tom tenía un rostro conocido en los medios de comunicación, al ser un boxeador famoso ya no vivía en ese lugar desprotegido y claramente nadie me daría más información.

Estaba perdido y solo.

¿Qué haré ahora con este maldito bebé?

Agradecí que a pesar de llevar tres meses de embarazo, él seguía sin hacerse notar, él o ella, lo que sea que fuera.

— Arruinaste tu maldita vida, Bill. — Mamá está enojada, no puedo culparla, acabo de joderlo todo. — ¿Quién es el padre de ese bebé?, ¿Adrik?

Ella siempre tan encantada con él.

Si supiera realmente cómo es…

— Estoy decepcionada de ti, hijo, ¿Cómo le dirás a tu padre?, ¿sabes lo difícil que será para nosotros ahora?, ¿sabes como… como miraremos a la cara a nuestros cercanos?.

— ¿Puedes pensar en mi? ¿En como me siento yo?.— Susurró débil pero ella me ignora.

— Hay que deshacernos de él.

— No.

— No hables, tu no tienes voz en esta conversación, ya has hecho más que suficiente. — Se pone de pie. — Hablaré con tu padre de esto y veremos que doctor puede…

— ¿No me has oído?.— Levanto un poco la voz.— Tendré a este bebé.

— No estas hablando en serio. — No hay respuestas de mi parte por lo cual ella continúa hablando. —¡Te has vuelto completamente loco!, no dejaré que sigas arruinando tu vida, tú…

— Me importa una mierda lo que digas. — Esta vez hablo más tranquilo. —Soy un adulto, he cometido un error como millones de personas lo han hecho, me haré responsable de mis actos y no dejaré jamás que te acerques a este bebé, a mí hijo.

Mamá abre su boca, parece entre ofendida y sorprendida, finalmente frunce el ceño mientras yo siento el enojo viajar por mis venas.

— Bien, no esperes que te apoyemos en esta mierda de decisión que has tomado, estás solo en esto. —Se aclara la garganta. — No más tarjetas, ni dinero, ni autos ni nada para ti.

— Perfecto, yo no los necesito. — Hago un ademán con mis manos, invitándola a retirarse de la habitación. — Todo lo que tengo ahora es gracias a mi, no a ustedes, si no tienes más nada que decir entonces lárgate.

— Desde hoy… —Dice y me preparo mentalmente para lo que se viene. —Has dejado de formar parte de la familia Trumper.

Continúa…

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por Nathaly Kaulitz

Escritora del Fandom

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