
Fic TOLL de Nathaly Kaulitz
Capítulo 26
By: Bill
— Está a salvo, perdió demasiada sangre en el camino, pero llegó a tiempo. — Desapareció y se perdió en los pasillos abarrotado de gente.
El doctor sabía que necesitaba un momento para recobrar la cordura, para salir del estupor. Recuerdo el susurró de mi mente repetirme una y otra vez lo mismo.
«Esto es lo que sucede cuando están juntos»
Yo no era bueno para el y el no era bueno para mi, el mundo, el destino no quería que estuviéramos juntos. Y sabes eso dolía porque sin importar los impedimentos yo lo amaba con toda el alma. Oculto detrás de la puerta lo observaba, su piel era demasiado blanca y sus ojos tenían grandes aureolas moradas, su aspecto era enfermizo y me lastima saber que yo fui la causa del porque se encontraba así.
Me voltee y me fui como la última vez sin siquiera mirar hacia atrás, ya una vez más destruido por dejarlo y el incluso peor que yo. El destino estaba empedernido en destruirnos, en jamás permitir que estuviéramos juntos.
— Perdóname mi amor.— Quería llorar de rabia Quería culpar al mundo pero yo era el único causante de todo este desastre.
«¿Porque tuve que enamorarme?»
— Tenías que volver a ser tu, Bill Trumprer. — Voltee y ahí estaba el horrible castigo del destino hacía mi.
Heidi Klum estaba frente mío mirándome con el mismo odio de siempre. Estaba igual que siempre con la única diferencia era que los años habían pasado con mayor diferencia que a mi.
Al ver un brillante anillo en su dedo anular me di cuenta que ella era la prometida de Tom, era ella la modelo de largo cabello Rubio a quien Tom le había prometido la eternidad. El hombre que amaba se había comprometido con la persona que daño prácticamente toda mi adolescencia.
— Cuando éramos novios en la secundaria estabas tu ahí con tus estúpidas cartas y tus constantes acosos.— Se acercó y me tomo del brazo clavándome sus largas uñas.— Quiero que te alejes de mi prometido, lo único que sabes hacer es causar dolor en la vida de Tom.
No lo negué porque era verdad sólo causaba dolor en su vida y el en la mía. No fuimos creados para estar juntos sin embargo nos amamos y no de la manera convencional pero fue fuerte, intenso y real.
— No te preocupes el no volverá a verme.
Me soltó y ambos nos miramos fijamente. Ella seguía siendo la misma, la misma patética mujer que cree que lo tiene todo y que lo vivió todo. Pero no había vivido ni la mitad de su estúpida vida y eso lo descubriría en el último suspiro de su vida .
Se volteó y se alejó pero antes de que pudiera salir del aparcamiento la tome del cabello fuertemente y con mi otro brazo la inmovilice por el cuello asfixiándola.
— Puedes ser su novia, su prometida, esposa, amante, lo que tu quieras pero el siempre será mío. No importa cuanto pase, ni que tan lejos estemos, o con quien estemos. Tom siempre buscará la manera del volver a mi. Así que escúchame bien perra, puedes tenerlo, quizás siempre lo tendrás a tu lado pero habrá algo que tu nunca en tu puta vida podrás tener y eso es su amor, su alma, su corazón. Ten cuidado Heidi porque Tom es capas de todo por estar conmigo.
Estrellé con fuerza su cabeza contra la pared y escuché el característico sonido de una nariz fracturándose. Me fui sin mirar hacia atrás.
&
Era el sexto vaso de whisky que consumía, estaba sentado en un bar que había en la terminal de buses esperando el próximo colectivo que salía. Podía sentir un leve mareo debido al alcohol y cuando planeaba pedir mi séptimo vaso alguien tocó mi espalda.
— ¡Oh por Dios, Bill eres tú!.
Y ahí estaba una gran sorpresa, Andreas estaba parado frente a mi. Después de tanto años nos volvimos a ver. Andreas, Gustav y Nathaly fueron mis primeros amigos, amigas que en tan poco tiempo los perdí.
— ¡Andy!. — Hable asombrado dejando mi vaso para abrazarlo. — Pero mira que Guapo estas.
— ¿Yo? Bill sigues siendo un mal mentiroso, sin embargo a ti el pasar del tiempo te quedó genial, estas hermosísimo.— Reímos juntos y nos volvimos a abrazar.
— No puedo creer que después de tanto años te volvería a ver.
— Yo tampoco creí volver a verte.— Nos abrazamos fuertemente .
— ¿Tienes que irte? Podemos pedir pedir una mensa…
— Claro que si, hay tanto para contar. — Me interrumpió emocionado.
De los cuatro se podía decir que Andreas siempre fue el más infantil, Gustav aún que era mi amigo siempre sela pasaba en el grupo de Tom. Nathaly era seria y sus pensamientos comúnmente eran ropa, fiestas y chicos, y por último estaba yo el tímido y reservado Bill.
Cuanto había cambiando.
Se nos fue la hora hablando sobre nuestras vidas. Andreas se recibió con honores de la secundaria y poco tiempo después se caso con Donato Bianchi un joven italiano que conoció al poco tiempo que me fui, ambos compartían el sueño de abrir un restaurante en Italia Poco de casarse decidieron cumplir su sueños. Y aquí estaban felizmente casados, con un restaurante en Roma y con un bebé de un año.
La nostalgia se apoderó de mi mientras lo escuchaba hablar de su hermosa familia, al observarlo con aquella mirada tan feliz y soñadora me pregunté como hubiera sido mi vida y la de Tom si las cosas hubieran salido de otra manera.
— Dejemos de hablar de mi y cuéntame ¿Lograste ser artista?, por favor dime que si, tus cuadros Bill eran asombrosos. — Bebió de su botella y luego me sonrió. — Un talento como el tuyo tiene que ser mostrado.
— Si después de años conseguí exponer mis pinturas.— Andreas chillo emocionado y me tomo de las manos. — Bill que maravilloso, tu tienes el talento y del grande.
Reímos y continué contándole sobre mi vida. Mi casamiento, el vino que ayudó a fabricar y exportar y sobre la hermosa familia que conseguí. Llegamos a un punto donde ambos nos miramos y supe que el tema del que no quería hablar estaba por ser tocado.
— ¿Lo volviste a ver?.— No era necesario adivinar de quien hablaba.
— No, desde el día que fue su sentencia no supe más de el.— Mentí.
— Estuvo varios años en la cárcel, según decía la gente ahí termino por convertirse en el monstruo que era.— Nos quedamos de nuevo en silencio y luego continuó.— Pero míralo ahora al maldito bastardo no se como diablos es libre y todavía famoso.— Negó con la cabeza y bebió otro trago de su cerveza .
Eso me llevo a pensar en todos estos años que Tom vivió en la cárcel.
¿Cómo habrá sido tu vida ahí?
Andreas llamo al barman y pidió otra cerveza entonces su teléfono sonó.
— ¿Bill me disculpas un momento? Es Donato.
— Si claro yo te espero.— Sonrió un poco y se alejó contestando la llamada.
Mientras lo veía alejarse me transporte a aquellos cuatro meses en los que fui un adolescente normal. Fui realmente feliz al lado de aquellos chicos, al lado de la única persona que llame mejor amiga
— Perdón estaba diciéndole a Donato que iba a llegar un poco más tarde. — Tomó asiento de nuevo. — Le dije que me encontré con una muy querido amigo de la adolescencia.
— Tu también Andy fuiste un muy querido amigo. — Le tome de la mano y le sonreí apenas. — Andy…. me gustaría….. saber que fue de la vida de Nathaly.
La expresión de Andreas poco a poco comenzó a decaer y sus ojos se colmaron de algunas lágrimas.
— Después de que te fuiste intentamos por semanas encontrarte, no sabíamos que había sucedió, quiero decir todo fue muy rápido, de repente Tom el chico perfecto era acusado de homicidio y tu simplemente te fuiste. — Baje mi vista e intente calmar el ritmo acelerado de mi corazón. — Fue Nathaly la que nos contó todo, en lo mucho qué Tom te amaba y de lo que el hizo para conseguir estar a tu lado. Nos confesó que ella también estuvo enamorada de él y lo que hizo ella para intentar separarlos.— Andy tomo una respiración profunda antes de continuar.— Nunca había visto a Nathaly tan destruida, Dios parecía alguien muerta en vida, nos contó lo que había tramando con Domian para intentar alejarte de Tom, estaban preocupados por ti, lloro cuando nos dijo de tu accidente y lo que perdiste a causa de eso. Me dolió escuchar por todo lo que tuviste que pásate tu solo, no sabes como lamente no estar contigo en aquellos momentos tan duros, Bill cuanto lo siento.
Me abrazo con fuerza y lloro un poco. Lo consolé e intente detener el dolor que despertaba al volver a recordar aquel tiempo oscuro de mi vida. Aquello era una herida que jamás cicatrizaría
Andreas se despegó de mi y seco sus lágrimas con una servilleta.— Nathaly estaba destruida cuando se enteró que te fuiste tuvo tres intentos de suicidio, algo que sus padres nos ocultaron a todos luego ella dejo de intentarlo por su bebé.
— ¿Bebé? ¿Hablas de su hermano?.— Pregunté desconcertado.
— No Bill, Nathaly estaba embarazada.
Y el golpe que recibí fue demasiado duro. No escuchaba ningún ruido más que el chillido agónico de mi mente, tome mi cabeza y apreté con fuerza mis ojos. La traición es el sentimiento más indeseado y perjudicial que puede haber. Su traición dolía, no, perforaba en mi corazón. No quería seguir escuchando, sólo quería olvidar. Sabía de quien era aquel bebé, algo en mi me lo gritaba.
Mi mejor amigo, aquella persona que se ganó mi corazón en tan poco tiempo no tan sólo estuvo con el hombre que había amado por cuatro años sino también tuvo un hijo de el.
Un hijo que a mi me fue negado.
— Lo siento tengo que irme.— Tomé mis cosas y salí del bar sin responder a los gritos de Andreas.
— Bill espera, espera. — Tomó mi brazo y me volteó. — Si, el bebé era de Tom, pero Bill tienes que escucharme.
— No puedo Andy, no quiero escuchar. — Lo mire y deje que mis lágrimas bajaran libremente por mi cara.— No sabes como duele, no te imaginas cuánto…..
— Ella murió Bill, tuvo problemas en el parto el bebé se salvó pero ella no.
— ¿Qué? No… Dios no ¿qué?. — No podía hablar y sólo me quedé ahí estupefacto escuchando todo.
— Yo me fui antes de que el bebé naciera, cuando se enteró que me iba a Italia me pidió un favor. Ella te estuvo buscando Bill, cuando consiguió sacarles información a tus padres de tu paradero, se lo guardo para ella y nunca nos dijo nada por miedo a que llegará a oídos de Tom. Quería que fueras feliz y que olvidarás todo lo que te sucedió, en el aeropuerto me dijo que te escribió una carta tus padres no le dijeron exactamente donde estabas, así que te dejo aquella carta en el correo nacional de Alemania. — Se colocó su mochila en la espalda y revisó en su cartera.— Me dijo que si alguna ves te veía que te lo dijera, quería tu perdón, quería saber que aquel amigo que amo como un hermanito lo había perdonado de todos los errores que cometió.
Me entrego una foto de su billetera, una en donde salíamos las cuatro . Andreas y Gustavo haciendo caras graciosas y Nathaly arriba de mi espalda abrazándome fuertemente, ambos riendo a carcajadas.
— Siempre lleve esta foto conmigo con la esperanza de algún día poder encontrarte, Nathaly te dejo una carta y yo te dejo una foto para que nunca olvides que nuestra amistad a pesar de haber durado poco fue hermosa y verdadera.— Nos abrazamos y lloré lo que me quedaba de lágrimas. — Te quiero Bill y espero que puedas perdonar.
En todo el trayecto hasta el correo nacional fue un borrón, en lo único que podía pensar era en ella. Hace ocho años dejo este mundo, hace ocho años murió y mi oportunidad de decirle adiós se esfumó con ella.
Me entregaron dos cartas en realidad, no una sino dos. Camine hasta un parque y me senté en la banca más alejada de la vista de la gente, leí la primera cuya fecha fue enviada tres meses antes que la otra.
Continúa…
Gracias por la visita, les aviso que ya estamos en los últimos capítulos.