Rookie Bill 23

Fic TOLL de lyra

Capítulo 23

Una vez terminada la hora de visita dejó a Gustav descansar en compañía de Lauren y sus padres, Salió al pasillo y buscó a Tom con la mirada, hallándolo a escasos metros hablando por teléfono. Por el tono de voz, se le notaba preocupado y esperó en silencio hasta que terminara la conversación.

Tom así lo hizo cuando se giró y le descubrió parado en mitad del pasillo, dándole la intimidad necesaria para que hablase.

—Vale mamá, tu ganas—dijo Tom dándose por vencido—Pero…pon un plato más. Llevaré un amigo…

Tom se mordió el labio para no sonreír, a su madre no había quien la engañara.

— ¿Amigo? Querrás decir novio, o pareja esporádica, o como quieras llamarlo.

—Te lo presento y saca tus propias conclusiones—dijo Tom dando la conversación por finalizada—Llegaremos en 1 hora.

Cortó la llamada y guardándose el móvil en el bolsillo de sus vaqueros se acercó a Bill.

—Cuando quieras nos vamos—dijo tendiéndole una mano.

Bill se cogió de ella y echaron a andar hacia el ascensor. Una vez dentro, viendo que estaban a solas Tom decidió contarle los planes que le habían surgido.

— ¿Quieres conocer a mi familia?—preguntó yendo directo al grano.

— ¿Tu familia?—repitió Bill poniéndose tenso sin poder evitarlo— ¿Tus padres?

—Si, y a mi hermano—aclaró Tom—Es que…resulta que mi padrastro es abogado y se ha enterado del tiroteo de ayer y que yo estaba al cargo. Se lo comentó a mi madre con toda su buena intención, y ya sabes como son las madres, se ha preocupado y me ha llamado para saber si estaba bien, le he dicho que tenía el día libre y ya me ha invitado a casa a comer. Les he dicho que pongan otro plato, pero si no quieres ir…

—Será un placer conocer a tu familia—cortó Bill sonriendo—Pero no vayamos con las manos vacías, ¿llevamos algo de postre?

Tom asintió con la cabeza devolviéndole la sonrisa, apoderándose de sus labios antes de que se abrieran las puertas.

&

Casi una hora después Tom aparcaba delante del jardín de la casa donde se había criado. Era una bonita casa de 2 plantas con un jardín que su madre cuidaba con esmero.

—Mi hermano pequeño se llamaba Charlie—explicó Tom cogiendo a Bill de la cintura—Va aún al instituto, pero ya tiene claro que quiere ser policía para disgusto de mi madre. Espera poder hacerle cambiar de opinión y que se dedique a la abogacía como Gordon, pero no creo que lo consiga.

Llegaron a la puerta y antes de que pudieran llamar fue abierta.

— ¡Tom! Te vi aparcar desde la cocina.

Tom dio un fuerte abrazo a su madre y la besó en la mejilla.

—Desde aquí ya me llega el olor a estofado—murmuró Tom aspirando profundamente.

Soltó a su madre y tomando a Bill de la mano le hizo entrar en la casa.

—Bill, te presento a mi madre—presentó Tom sin soltar su mano.

—Llámame Simone, cariño—dijo Simone tras saludarle con un beso en la mejilla—Así que tú y Tom sois…

—Compañeros—terminó Bill la frase—De trabajo, quiero decir.

—Con lo guapo que eres, Tom no tardará mucho en conquistarte—murmuró Simone para disgusto de su hijo.

—Mamá, no incomodes a Bill por favor—pidió Tom.

Pero Bill no estaba incómodo, le gustaba ver el cariño con el que Tom trataba a su madre, y como Simone se preocupaba de su hijo, haciendo su plato favorito cuando iba a casa a comer.

Se dirigieron a la cocina donde Bill conoció al hermano pequeño, Charlie. Tendría unos 15 años y se parecía mucho a Tom quitando el color del pelo, siendo rubio.

— ¿También eres policía?—preguntó un emocionado Charlie, viendo como Bill asentía con la cabeza— ¿Es tan difícil como dice Tom? ¿Has disparado alguna vez?

—Charlie, no—intervino al momento Simone—Ya sabes que no me gusta hablar de esos temas en la mesa.

Aparte de eso, Simone había visto como Bill se ponía tenso ante la inocente pregunta de su hijo pequeño. Estaba claro que esa pregunta le incomodaba. Intercambió una mirada con su hijo mayor, viendo la preocupación reflejada en ella.

—Venga, sigamos poniendo la mesa—dijo Simone esbozando una forzada sonrisa—Gordon estará a punto de llegar. Charlie, tú ve a ver que está haciendo Pumba, tanto silencio es sospechoso.

Charlie salió corriendo de la cocina al momento. Pumba era un regalo de Tom de las pasadas navidades, un cachorro de bulldog inglés que a sus 4 meses era un completo trasto.

— ¿Quién es Pumba?—preguntó Bill mientras echaba una mano con la mesa.

—Una pesadilla con cuatro patas—contestó Simone suspirando.

—El año pasado Charlie estuvo muy enfermo y no pude resistirme a regalarle un cachorrito en navidades—explicó Tom sonriendo—No hagas caso a mi madre, adora al perro y delante de Charlie podrá reñirle pero en más de una ocasión le he pillado acunándolo en brazos como si fuera un bebé.

— ¿Qué? Oh Tom, te lo estás inventando—murmuró Simone procurando no reír.

—Será eso, recuerdo cuando le pusieron una vacuna y le dio fiebre, solo se consoló en tus brazos y a tí se te caía la baba—rio Tom sin poder evitarlo.

Simone solo gruñó como respuesta y siguió preparando la comida, momento en que Charlie entró de nuevo en la cocina con Pumba en brazos.

—Bill, te presento a Pumba—dijo tendiéndole el cachorro para que lo cogiera.

Bill no se lo pensó dos veces y al poco le estaba estrechando en sus brazos. Le encantaban los perros, y si su trabajo no se lo impidiera tendría uno. Sonrió al ver como Pumba se acomodaba en sus brazos dispuesto a dormir, sin extrañar que fuera en brazos de una persona a la que acababa de conocer.

La puerta de la calle anunció la llegada de Gordon y Tom corrió a saludar con un abrazo a su padrastro. Bill lo observó desde la cocina, viendo como Charlie salía también a saludar a su padre con un beso en la mejilla.

—Tenemos un invitado—presentó al momento Charlie—Se llama Bill, es compañero de Tom.

Gordon entró en la cocina y estrechó la mano de Bill.

—Comamos antes de que se enfríe el estofado—dijo Simone tras saludar a su marido.

Bill dejó a Pumba en la cesta de mimbre que había en un rincón de la cocina y tras lavarse las manos se sentó al lado de Tom, sonriendo al ver la bonita familia que formaban. Tom estaba muy unido a su hermano, y no hacía más que preguntarle por sus estudios, prometiéndole echarle una mano con álgebra al ver que había algunas cosas que no entendía.

Nadie mencionó el tema por el que Tom había sido llamado por su angustiada madre, solo tras terminar de comer y salir al porche donde Bill se acomodó en una tumbona viendo como Charlie jugaba en el jardín con Pumba. Hacia calor y se estaba muy bien, tanto que poco a poco se le fueron cerrando los ojos y se durmió sin poder evitarlo.

Fue entonces cuando Gordon sacó el tema, viendo que Simone terminaba de trasplantar unos rosales.

— ¿Qué pasó, Tom?—preguntó en voz baja.

—Fue un intento de secuestro con rehenes—explicó por encima Tom también en voz baja—Bill y otro compañero, Gustav, llegaron primero. Yo me hice cargo de la situación, nos separamos y el sospechoso estaba armado. Disparó a Gustav, yo fui tras él pero consiguió despistarme y regresar tras sus pasos. Bill cuidaba de Gustav, el sospechoso dio con ellos y Bill…

No hizo falta que terminara el relato, Gordon ya se hacía una idea de como había acabado el sospechoso. Y quién fue el autor del disparo… Dirigió la mirada a Bill, que dormía plácidamente ajeno a la conversación mantenida.

—Aún es un novato—dijo Tom mirando también a Bill—Pero muy bueno. Su padre también es policía, es quien detuvo a… a mi padre…

Gordon miró con sorpresa a su hijastro, era mucha coincidencia que tras años de la detención se encontraran cara a cara el hijo de un delincuente con el hijo del policía que le había arrestado.

— ¿Lo sabe Bill?—preguntó Gordon.

—Si, se lo conté un día de patrulla—contestó Tom suspirando—Pero no le digas nada a mi madre, no traigamos dolorosos recuerdos.

Gordon asintió con la cabeza, Simone lo había pasado muy mal y si no fuera por Tom, un niño entonces, se habría derrumbado.

&

Horas más tarde, de nuevo en casa de Tom Bill dormía cómodamente en sus brazos. Tras la comida regresaron a su apartamento para coger algo de ropa, esos días los pensaba pasar en casa de Tom. Así se lo dijo a Georg por teléfono, no quería que regresara y se preocupara al no verle en casa.

Esa noche Tom preparó la cena, comprobando que era un buen cocinero. Le estuvo contando más cosas de su familia, les había caído muy bien Bill, y a Bill le pasaba lo mismo. No podía evitar comparar a su madre con Simone, en ver lo distintas que eran. Simone era muy cariñosa con sus dos hijos, y él recordaba que hubo una época en que su madre también lo fue con él.

Pero un buen día cambió, estaba como ausente y aunque delante de él trataba de portarse como una cariñosa madre, cuando pensaba que no le miraba una expresión de tristeza le recorría la cara y Bill siempre se preguntó que le podía pasar a su madre para sentirse así. Pero nunca se lo pudo preguntar en persona, alguien se lo impidió arrebatando la vida de su madre, dejando a un niño de 7 años con numerosas preguntas cuyas respuestas jamás obtendría, haciendo que creciera con una espina dolorosamente clavada en su corazón….

Continúa…

este cap también surgió por casualidad, incluyendo a 2 personajes que no pensé al principio: un hermano para Tom y al maravilloso Pumba. Gracias por leer.

por lyra

Escritora del Fandom

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