
«Unbreak my Heart»
(One-Shot de Park Min Yeon)
Tomi!… Tomi despierta!! No me dejes!!
Se estaban llevando al trenzado en una camilla a emergencias. Había tenido un accidente en la motocicleta. Había una tormenta y Tom perdió el control de la motocicleta. Bill corrió hacia él cargando su ensangrentado cuerpo. Llamando a una ambulancia. Tom no reaccionaba. Se lo llevaron a emergencias. Estaba perdiendo el pulso. Lo metieron a electroshock. Se estaba muriendo. y el bendito sonido de la máquina de pulso desesperaba más al pelinegro. Que no paraba de llorar.
En un momento, el silbido de la maquina se hizo presente. Bill abrió los ojos lo más que pudo. Estaba muerto?… los médicos hacían lo suyo tratando de devolverle la vida al trenzado. Tres minutos… fueron tres minutos de tortura para el pelinegro. Hasta que el sonido volvió a la normalidad. Cayó al piso llorando como si lo hubiera llegado a perder de verdad. Pero gracias al cielo. Tom. Su Tom seguía con vida.
Lo llevaron a la sala de operaciones. Estaba perdiendo mucha sangre. Y debían detener la hemorragia. A los minutos llegaron los padres de Tom. Desesperados por la noticia. Vieron al pelinegro con un aspecto terrible en las bancas del pasillo. Estaba mojado. Por la tormenta. Con la ropa manchada de sangre. De Tom. Los ojos hinchados y rojos. Por el llanto. La madre de Tom se apresuró en abrazarle. Y su padre fue a pedir información sobre su hijo.
Por suerte. No había muerto. Peor aún no llegaban para darle más noticias. Se sentaron a esperar. La madre de Tom le trajo ropa limpia a Bill para que se cambiase.
Pues Bill no quería dejar el hospital y que alguien viniera con alguna noticia de su novio.
Ya era media noche. Y nadie se acercaba a decirle si Tom se encontraba bien. Nada. Eso les desesperaba cada vez más.
1:30 am. Un doctor salió hacia el pasillo y se acercó a ellos. Bill fue el primero en pararse a interrogar al doctor.
Por favor! Dígame que está bien… que mi Tom no se va a morir – el pelinegro no dejaba de hablar sin que las lágrimas salieran de sus ojos.
Tranquilo joven… el paciente Kaulitz no está muerto. Pero… les tengo que decir una mala noticia.
Noo… – Bill se tumbo en la silla sin siquiera escuchar. Pero al saber que era una mala noticia. Ya se sentía destrozado.
Bill cariño… cálmate. Veras que no es nada muy malo.
¿Qué le sucede a mi hijo? – le pregunto el padre al doctor.
Señor… su hijo ha entrado a un coma. El impacto ha sido demasiado fuerte para él y no lo está resistiendo mucho.
¿Qué quiere decir con eso?
El doctor dio un suspiro. No le gustaba ser el portador de malas noticias.
Si el paciente no despierta a los tres días… no tenemos esperanzas algunas.
Bill al escuchar esas palabras lloraba más que antes aferrándose a la madre de Tom.
Quien le abrazaba con fuerzo también llorando.
Ya estaba amaneciendo. Habían trasladado a Tom a una habitación. Bill no se separó de Tom. Los padres de Tom tenían un viaje de suma importancia. Por más que querían quedarse con su hijo. No lo podían hacer. Pero sabían que dejaban a su hijo en buenas manos. Con Bill. Se fueron haciéndole a Bill prometer que estarían contacto cualquier signo de vida que diera su hijo.
Bill se encontraba en la habitación con Tom. No había dejado de observarlo. Esperaba que de un momento repentino su trenzado abriera los ojos.
No me dejes con todo este dolor. No me dejes afuera en la lluvia. Vuelve y tráeme nuevamente tu sonrisa. Ven y sécame estas lágrimas.
El pelinegro le cogía la mano a su amado. Le decía lo mucho que le amaba y cuanto deseaba que este despertara y le perdonara por lo que había hecho. Habían peleado la noche anterior. Y Tom le había terminado. Con un simple “Adiós” salió de la casa a la horrenda tormenta que se daba. Se subió a la motocicleta. Y acelero con todas sus fuerzas sin percatarse que un auto estaba en el camino haciéndole perder el control y chocar.
Quería pedirle perdón!.. Que volviera junto a él. Que no le abandonara. Que no se muera y le dejara solo en este mundo sin nadie a quien amar.
Necesito tus brazos. Para que me tengan ahora. Las noches son tan crueles. Tráeme de nuevo esas noches cuando yo te tenía a mi lado.
Ya era de tarde. Y Tom aun no mostraba ningún signo de querer despertar. Eso desesperaba más a Bill. El tan solo pensar que le perdería para siempre. Era algo que él no se lo perdonaría. Jamás en la vida. Si Tom moría. Él moriría junto a él.
Despierta Tomi… yo se que tu no me vas a dejar solo. Perdóname… perdóname por todo lo que te dije esa noche… perdóname pero no te alejes de mi lado… Tomi yo te amo.
No rompas mi corazón. Dime que me amarás nuevamente. Deshace esa herida que causaste cuando saliste por esa puerta y saliste de mi vida.
Un día nuevo comenzaba. Y Tom. Solo seguía dormido profundamente. Viviendo un sueño sin fin. Pero no. Bill le pondría un fin a ese sueño. No permitiría que ese mundo se llevara lo que más ama en la vida. No dejaría que nada ni nadie le separe de su Tom.
El día transcurría. Y Bill cogía la mano de su amado llorando en ella mientras le repetía lo mucho que lo amaba. Que no le dejaría nunca más. Que le perdonara. Que le seguiría amando por siempre.
Y lloro estas lágrimas. Y lloré muchas noches. No rompas mi corazón. Mi corazón.
El día pasaba. Y no sucedía absolutamente nada.
Bill no podía evitar sentirse culpable al ver a Tom en esa camilla. Con los ojos cerrados. Con la respiración amena. Sin mover ni un solo musculo.
Miraba a Tom. Y recordaba cada momento de la pelea. Y esa palabra. Esa horrible y asquerosa palabra que a nadie le gustaría escuchar por parte de alguien a quien aprecias con toda tu alma. “Adiós”. La última palabra que le dijo Tom esa noche. Para luego cruzar la puerta y encontrarse en la peor de las situaciones. Todo porque?… por una estúpida pelea que jamás debieron tener.
Llévate esa palabra que dijiste: “Adiós”. Vuelve a unirte a mi vida. No me dejes aquí con estas lágrimas. Ven, bésame y quítame este dolor. No puedo olvidar el día en que te fuiste. El tiempo es muy cruel. La vida es muy cruel sin ti a mi lado.
Un día más… solo faltaba un día. Y se perdían las esperanzas. Bill no lo soportaría.
Dar a su amor por muerto. No! Por supuesto que no…jamás lo haría de esa manera.
Llegará el momento en el que despertaras Tomi? Te quedaras a mi lado? Te iras?…
Su estómago ya protestaba. No había comido nada en exactamente un día. No quería separarse de Tom y que este haga algo en su ausencia. Se quedaría a su lado. Hasta el último minuto. Esta vez. No le iba a dejar solo aunque la vida se le fuese en ello. Si moría. Seria junto a Tom.
Estaba oscureciendo. Y eso le preocupaba. Ahora solo le quedaba poco tiempo. Tenía que lograr que Tom despertara.
No me dejes con todo este dolor. No me dejes afuera en la lluvia. Vuelve y tráeme nuevamente esa sonrisa. Vuelve a mi lado. No rompas mi corazón. Di que me amarás nuevamente. Deshace esa herida que causaste al salir por esa puerta y salir de mi vida. Y lloro estas lágrimas. Lloré muchas noches. No rompas. No rompas mi corazón.
Oh cariño. Vuelve y di que me amas. No rompas mi corazón. Cariño querido. Sin ti yo no puedo continuar.
Di que me amas. Vuelve a mi lado y no rompas mi corazón.
El último día había llegado. Tenían hasta la noche. De lo contrario. Se le declaraba muerto.
Tomi… si estas escuchándome… quiero que sepas que nunca deje de amarte. Y nunca lo hare. Tu ha sido lo mejor que me podido pasar en la vida. Yo solo quiero que vuelvas a mi lado como antes. Estemos los dos juntos, como antes.
Amándonos sin fin.
Coge sus manos entre las suyas.
Diciendo lo mucho que nos queremos. Riendo juntos. Como siempre lo hemos hecho… Tom… yo te amo… y sé que tú también me amas… que todo lo que me dijiste esa noche fue una vil mentira. Estabas enojado y lo dijiste sin pensar. Lo sé… y quiero que me perdones. Que sepas que jamás quise hacerte daño. Y tal vez es por eso que me estás haciendo esto. La vida me está cobrando mis errores. Y tú estas involucrado en esto. Tom, por favor. Te lo ruego. Por lo que más quieras. No te mueras. No te vayas de mi lado. Quédate conmigo. Prometo que jamás te hare daño nuevamente. Que te hare ser el hombre más feliz del planeta. Pero por favor. No me dejes aquí. Es este cruel mundo. Sin ti a mi lado, ya nada vale la pena. Por favor Tom, despierta maldición!… estoy siendo sincero contigo!… despierta…
El llanto se hizo presente. Y Bill cayó de rodillas junto a la camilla… cogiendo entre sus manos la de Tom. Sin soltarla… presionándole fuerte como si su cuerpo también se estuviera llendo. Y no quisiera que lo alejasen de él. Porque no lo quería así. Él le quería su lado siempre.
Tomi te amo…
Entre el llanto salía esa frase… repitiéndola a cada rato.
Ya no tengo miedo de esto… no tengo miedo de que los demás sepan de esto.
Perdóname… por tener miedo… pero ahora si tengo miedo. Más que antes… tengo miedo de que de verdad te vayas de mi lado.
No tienes por qué tener miedo, Billy.
El llanto de Bill se detuvo de golpe. Billy. Tom le había hablado. Levanto la cabeza lentamente mirando hacia Tom. Sintió que Tom le presionaba la mano con la que le agarraba.
Tomi…
Estaba en estado de shock. Había esperado ese momento durante todas esas horas de dolor y sufrimiento. Se levantó del suelo de un salto y abrazo a su novio como si nunca lo hubiera hecho.
Tom!… despertaste!
Sintió la mano de Tom acariciarle la cabeza. Bill se separó un poco de él.
Tomi… perdóname
¿Perdonar?… que debo perdonarte Billy?… yo te amo… y no me iré de tu lado.
Oh Tomi!..
Bill se acercó a su novio plantándole un interminable beso en los labios.
F I N
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